Donde el E-type era sinónimo de velocidad, el XK de elegancia, el XJ era sinónimo de espacio. Un turismo maravillosamente espacioso y lleno de clase, el buque insignia de Jaguar donde les gustaba presumir de todos sus artilugios y nuevos gadgets. El cuatro plazas más rápido del mundo cuando el coche salió por primera vez de la línea de producción. El coche rara vez se entregaba como coupé, lo que ahora lo convierte en una auténtica pieza de coleccionista.
En fin, basta de hablar de inversiones y prestaciones, hablemos de la impresión duradera que deja este coche. Después de todo, un conductor de Jaguar también sabe que hay que conducir este coche con respeto. Eso significa que el deportivo de antaño tiene que ronronear tranquilamente, no rugir. En el mundo del automóvil se dice a veces que un coche se parece a su dueño. Sin embargo, este gato también sabe llevar a su dueño en su grandeza. Cuando uno se sube, enseguida tiene la sensación de que sabe de ópera, vino, política y poesía.
¿El nuestro? Una gran combinación de colores, un 6 cilindros que se siente un poco más favorable en términos de consumo y relación de peso que el 12 cilindros y todavía puede fusionar bien. Recién reconstruido por completo, entregado en Holanda y mantenido por Kroymans con mucha documentación. Es un buen comienzo, ¿verdad?