Vayamos al grano: nunca hemos visto un TR6 tan bonito. En 2024, el coche fue tasado y recibió una calificación Top-1 concours. ¿Por qué? Permítanos explicarle.
Hay restauraciones y hay renacimientos. Este Triumph TR6 de 1974 nació en California, pero encontró su verdadera vocación en Frisia, donde, entre 2001 y 2003, el experto en Triumph Piet Mozes lo transformó en una obra maestra rodante. Todo el coche fue desmontado hasta el chasis, reforzado, recubierto de pintura en polvo y reconstruido con más de 60.000 euros de amor e ingeniería, dando como resultado algo más que "nuevo de fábrica". Desde entonces, se han realizado continuas inversiones para perfeccionar aún más el coche, haciendo de este ejemplo la evolución definitiva de lo que puede ser un TR6.
Bajo el capó se esconde un precioso motor de 2,5 litros y seis cilindros en línea con compresión aumentada, un rápido árbol de levas de carretera, carburadores SU con filtros K&N y un escape de acero inoxidable que suena como una sala de conciertos para petrolheads. El motor funciona con combustible moderno, refrigerado por un radiador Wizard de aluminio, y va acoplado a una caja de cambios manual de 4 velocidades con sobremarcha eléctrica en tercera y cuarta. La suspensión se ha mejorado por completo con componentes Revington, amortiguadores AVO, frenos de disco delanteros ventilados, latiguillos de freno trenzados, un diferencial Nissan 350Z, un depósito de combustible de aluminio y un árbol de transmisión 1310 reforzado. Estas mejoras no son sólo una lista, son una carta de amor al placer de conducir. Construido por y para aquellos que realmente entienden lo que es una joya rara.
En el interior, te sientas en asientos deportivos de cuero BF Torino, miras por encima de un volante Moto-Lita y manejas los elevalunas eléctricos como si fuera lo más natural del mundo, porque en este coche, lo es. Se conduce como un deportivo moderno pero respira el encanto de 1974. Desde su renacimiento, sólo ha recorrido unos 11.000 km, siempre mimado, nunca descuidado. Tasado en 49.750 euros, aunque eso apenas refleja el verdadero valor de las horas, las mejoras y el alma volcados en él. Un TR6 sin concesiones para aquellos que saben lo que tienen. O quieren tener.
"Era mucho coche al principio, y es mucho más coche hoy".