Nadie entiende el placer de conducir como Triumph. Por algo las siglas "TR" significan Triumph Roadster, y el TR6 es un brillante ejemplo de esa filosofía. Una auténtica evolución de su predecesora, pero con un carácter distintivo y un toque más afilado.
El TR6 es, por naturaleza, un coche excelente para el conductor, pero este ejemplo en particular lleva las cosas varios pasos más allá.
Tras años recorriendo las carreteras de Estados Unidos, este TR6 llegó a Francia, donde se encontró en manos de un apasionado restaurador francés. En 2018, se convirtió en su proyecto definitivo.
Entre 2019 y 2021, el coche fue completamente desmontado y reconstruido desde cero. ¿El resultado? Un TR6 con carácter envuelto en un color atrevido y llamativo: Gris Nardo con rayas negras. Una elección atrevida, y precisamente lo que hace que este coche destaque. El moderno gris combinado con el clásico negro da a este roadster británico un aspecto agresivo sin sacrificar su encanto atemporal.
Bajo el capó se esconde un motor de seis cilindros en línea de 2,5 litros cuidadosamente reconstruido, ahora con mayor compresión y cilindros perforados. El motor se limpió por completo, se mecanizó y se volvió a montar con esmero. Técnicamente, se ha actualizado con mejoras modernas que incluyen un sistema de aceite mejorado, encendido electrónico, suspensión mejorada y un escape deportivo con silenciador trasero.
En el interior, te dan la bienvenida unos asientos deportivos que combinan a la perfección con el carácter musculoso del coche. Y en cuanto te pones al volante, lo notas al instante: este es un coche de conductor hasta la médula.
Una Triumph TR6 como pocas. Construida para aquellos que prefieren conducir a pulir.
En resumen: una para el verdadero entusiasta.