Perder toda la inocencia abriéndole la puerta a tu chica - BMW Z1
Un roadster que se vendería sobre el papel como un deportivo americano medio. Capós de poliéster, un chasis parcialmente tubular y un gran motor en el morro -largo- añadido. ¿La diferencia? Ese alemán sí que pasa por curva con una precisión afiladísima. De lado, eso es.
El Z1 ya se mostró al público en 1987, el primero nació en Munich en 1989. Totalmente innovador. Puertas que no se abren, sino que desaparecen, de modo que muchos hombres recogen deliberadamente a esa señora con falda en el Z1. Paneles compuestos de tal manera que la propia BMW desatornilló la pantalla lateral delante de la prensa. El consejero delegado de BMW, Ulrich Bez (ahora en Aston Martin Lagonda), se abalanzó sobre él, tras lo cual volvió a su forma original. Una obra maestra de la tecnología.
Y luego un poco más sobre la tecnología; El conocido Sechserreihe, 170 caballos pateando con el gruñido -y estruendo- de Münster, en topless. Tan rojo como un Ferrari, pero sin la inmediata etiqueta de mediana edad. Corta distancia entre ejes, 1250 kilos, bajo centro de gravedad y tracción trasera. Costó 80.000 marcos nuevos, nació un total de 8.000 y pasó al -¡Quiero tenerlo!- en 8 segundos.
El nuestro está completamente documentado, en perfecto estado. ¿Nos vemos pronto?
- ¡Que empiece el verano! -