El día que nació este Ford, pasaban muchas cosas al otro lado del océano: Martin Luther King hablaba de sus sueños, surgían leyendas de la música y las empresas automovilísticas americanas libraban "la carrera de los caballos". Fue en 1965, cuando los Thunderbirds con traje azul aparecieron por primera vez en televisión, cuando Ford ya estaba allí con la cuarta generación del Thunderbird (esta vez también con traje azul); el Flair Bird. Las exageradas líneas exuberantes de los años cincuenta fueron sustituidas por las líneas largas y ajustadas de los sesenta. Ford tuvo la idea de deletrear "Thunderbird" por completo en el capó, y fue un éxito. En el año de lanzamiento del Thunderbird, ¡las ventas aumentaron más de un 50%!
La carrocería de este Thunderbird y el color entran como un trueno en un cielo despejado, y el interior está como nuevo. El coche viene de un coleccionista que quería cuidar a todos sus vástagos, para que nadie se quede corto. Por eso restauró el coche tuerca y perno, y no ha conducido el coche mucho desde entonces. Parece Elvis, pero suena y cierra como una caja fuerte suiza.
Cuando conduces este coche te sientes como un dios de los sesenta. En aquella época estaba de moda dejar una sensación de "jet" en el interior de todas las maneras posibles. Eso es obvio, los medidores del coche te arrastran inmediatamente a los años sesenta. Coge esas Raybans del armario y ven a dar una vuelta y deja que el V8 de este hermoso pájaro ruja como debe. Este Thunderbird ha ganado muchos premios: ¿estás listo para (re)vivir el sueño americano?