"Cada Jaguar puede hacer cosas que las máquinas no pueden"
Para cualquiera que sueñe con un Jaguar E-Type, la búsqueda suele terminar en el santo grial: el Serie 1 Coupé con motor de 3,8 litros. Un elegante depredador que realmente destaca cuando está en movimiento. Esta belleza vio la luz por primera vez el 30 de mayo de 1963 en Coventry, dispuesta a conquistar el mundo. Su viaje comenzó a lo grande, en Long Beach, California, donde un tal G. Lowe esperaba ansioso su nueva adquisición. La pareja perfecta para una vida llena de sol, velocidad y glamour en la costa oeste americana.
Tras un viaje transatlántico a Francia, se le dio una segunda vida. Una minuciosa restauración a base de tornillos y tuercas no sólo lo restauró, sino que lo mejoró. Tres carburadores Weber, un radiador más potente y una compresión más alta proporcionan un rendimiento que incluso los coches modernos envidian. No es una pieza de museo. Es una máquina hecha para conducir y gobernar.
Los números cuadran: números que coinciden, Certificado de Herencia. Pero no son los datos los que la hacen única, sino cómo te hace sentir. Ese toque de rareza, la mezcla de potencia bruta y líneas elegantes. Un patrimonio a la espera de alguien que la entienda de verdad.
"Construido para superar, diseñado para eclipsar".