En los años 70, Lamborghini acababa de llegar a la escena, produciendo coches para hombres con pelo en el pecho. Mucho pelo en el pecho. El Miura era un precioso biplaza que captaba toda la esencia de un deportivo. Poco después nació el Espada, un cuatro plazas con un gran V12 bajo el capó. ¿Cuál sería el siguiente paso lógico? ¿Un Miura más pequeño como modelo básico? ¿O una versión descapotable? No. Otro V12 de cuatro plazas nació en Renazzo, Italia. Lógico, ¿no crees?
Nos gustan mucho los italianos de esta época. Estaban llenos de "lógica italiana" o mejor dicho; Encanto. Los elevalunas electricos fallaban a menudo, asi que el Lamborghini Jarama venia con una herramienta especial, para poder abrir y cerrar las ventanillas de momento. Los botones de las ventanillas son grandes botones con flechas que indican qué ventanilla accionan, tenías que averiguar la dirección tú mismo. Otros botones de control esenciales se encuentran entre el volante y el salpicadero. ¿Prácticos? En absoluto. Cool? Claro, ¡qué cabina más chula! Tienes que aprenderte la radio de memoria antes de encenderla; apunta hacia el salpicadero, y ni siquiera tu acompañante puede manejarla mientras conduces. Pero, ¿quién necesita una radio con el poderoso V12 y una transmisión manual?
En los seis años que se fabricó el Jarama, sólo nacieron 328 unidades. Sólo 176 de la variante GT. Así que cada vez que entres, hay muchas posibilidades de que seas el único que conduzca uno en ese momento. O esa semana. Además, el nuestro es, por supuesto, un poco más especial. Tiene un montón de detalles originales (¡hasta las alfombrillas siguen siendo del carrocero y hay piezas que aún conservan la pintura original! Esto, sumado al legendario V12 y a la combinación de colores, ¡merece ser llamado el " Cool Classic definitivo"!